Que no te lo cuenten. Hay que vivirla.

El o la Maratón.
Son las cinco de la mañana, no puedo dormir. Ayer no escribí nada en el blog y estoy pesaroso por todos aquellos, que antes y después dé, me habeis insuflado ánimos y creo que os lo debía, por eso y sin querer pecar de poco agradecido, vá por ustedes.

Como diría el narrador. Mañana de claros y oscuros, por el tiempo y los pensamientos, gente bulliciosa, de colores, pensamientos y olores, olores de ungüentos, vaselinas y pomadas varias. Allí estábamos realizando los últimos preparativos del gran objetivo y como el día, lleno de claros y oscuros, suerte, regula, no te ansíes Pepe, mi amigo JOSENRIQUE, con mayúsculas, nervioso por todo, donde quedamos al terminar. ¡Qué bueno!, terminaré. Y sin más, despedida y al cajón de salida. Dorsal 2832 y veo a mi lado un 3000 y algo, qué pasada.
Empieza la algarabía, gritos, empujones de colocación, miradas al pulsómetro, música y estirada de brazos al cielo, en ese momento no se piensa, pero es implorando que no sea como te lo contaron. Y zas salida.
Me encuentro fenómeno, dos semanas anteriores sin correr, con toses y condimentos varios anti-gripales, voy fantástico, las piernas sueltas, lo ánimos fugaces, la compañía que se me une, un vasco de mi quinta, pero con 28 maratones y seguidamente un cordobés con 60, corre desde los 12 años, hace que volemos los 10 km, a una media de 4´35. No reflexiono, no recuerdo consejos varios, las sensaciones son fantásticas y sigo ay! de mí, que irresponsable. Y sin más dilación llegamos a la media, km. 21´097, tiempo de paso 1h37´56¨, pienso, no es muy rápido y a la vez es muy bueno, sin pensar que por delante quedaba mucho por correr. Y ahí llegó, km. 27, joer, que pasa no puedo, regulas o te regula sin querer lo anterior, luchas contra ti, quieres pero no puedes, no importa en llegando al km. 30, me animo positivamente y pienso llegando al 38 que sé esta cerca, no tanto como pensaba claro, esto está hecho. Pero a partir de ese km. 30, la lucha hombre-kilómetro, es como don quijote y los molinos, los minutos por km., te espiazan, te cae una hora. Recuerdas, las tardes de tour, al comentarista que si la pájara, etc., Y tú que lo vives en tus entrañas, dolor, impotencia. Pienso, se acabó me voy a mi casa , pero no, tengo que beber líquido, intento coger una botella isotónica, la duda del que me la entrega hace que resbale y zas!, mi primera caída en una carrera, miradas, preguntas, estás bien, y te levantas y sigues.
Por fín, km. 40, en el camino gente estirando con los árboles, farolas, todo tipo de sostenimiento, gente en el bordillo con vómitos. Y tú,. Adiós gracias!, que ya no puedes, dices va por vosotros, los que habéis estado ahí, mis seres querido, es decir mi familia, mis amigos, francisquete, santiago, juan carlos, román´, su bicicleta y sus consejos de graduado en el tema, julián por otras carreras, marce por tantos ratos, Antonio y el silencio de los corderos, y el que se me olvide. Mención especial a Jose Antonio Medina y Angelo.
Sí repito, km. 40 y qué, no puedes, es imposible, pero no les puedo fallar, esta ahí, por mí, no me puedo fallar, y entonces sigo, fantástico, entro en el ESTADIO que maravilla
el color del tartan de la pista y tu debilidad, hace parecer la playa, mejor el cielo, porque sí lo estas tocando, las dudas anteriores, los nervios todo ha pasado y a la vez te inunda de recuerdos, para unos y para otros, para ti que estas ahí, queriendo terminar por hacer mejor tiempo, pero qué extraño, no quiero terminar, no quiero que pase ese momento
no dejar de disfrutar de esa sensación que tuvieron gente como Martín Fiz, Abel Antón, Paul Tergat, Gebresselasi, Julio Rey , y tantos otros, ni más ni menos, yo lo estoy VIVIENDO , como digo al principio, un momento como ésta gente. No quiero que acabe. Y por fin meta, joder que placer de dolor y satisfacción. Y allí, mi compañero de fatigas, de nervios, de desayuno al alba, de carreras de metro. Tú JOSENRIQUE, como dije y digo con mayúsculas. ¡ Qué tal Pepe!, Nada, Hay que vivirlo.Va por ustedes, por vosotros, por los que estuvieron y lo vivieron, gente especial , y por los que sufren por mi en la sombra, mi mujer Mª Angeles y mis hijos Carmen y Borja. Os quiero a todos, la vida no sería igual sin ustedes. Bueno y sin sentimentalismos os invito a la próxima. Adiós.