4 de diciembre de 2011

Esta semana corremos por… Lyon.

Llevo ya tiempo queriendo compartir mis experiencias corriendo por los diferentes sitios a donde me lleva mi trabajo, ya que, como buen aficionado a correr, cuando me toca viaje de trabajo, me echo el equipo completo en la maleta aunque lleve dos o tres kilos más que el común de los
mortales por si hay algún hueco durante la semana.
Esta semana había feria en Lyon (pero no de la de caballitos,coches de choque, etc.).
El martes, entre trenes, aeropuertos y llegada al hotel, no pudo ser.
El miércoles, todo el día en la feria, pasillo arriba, stand abajo, visitas a proveedores, a clientes, a más clientes, y al llegar al hotel ducha y salir a cenar, por lo que fue imposible salir. Comentar que Lyon no está muy arriba en el globo, pero se nota: amanece a la misma hora que aquí aproximadamente, pero a las 17h te da la sensación de que son las 19 ya que es noche casi cerrada. Imagino que por el tema de la luz (y porque estás todo el día fuera de casa sin parar), los biorritmos cambian y sobre las 20h ya vas como loco buscando cena, aparte de que no puedes dejarlo para muy tarde porque a las 21 ya no te suelen servir en la mayoría de los restaurantes.



Considerando todo esto, el jueves por la mañana hice de tripas corazón (no me gusta salir por las mañanas, prefiero las tardes/noches), y me calcé las zapatillas y, aprovechando que íbamos a ir más tarde a la feria, me llegué hasta la zona habilitada para correr e ir en bici al lado de uno de los ríos (en Lyon se juntan dos, el Ródano y el Saona).
Inmediatamente que sales del hotel (y no solo para correr), constatas varios hechos:


- Lyon es una ciudad preciosa: fundada por los Galos y luego bajo dominación Romana, su casco histórico medieval es Patrimonio Mundial de la Humanidad (como Toledo o Praga, por ejemplo), la mayoría de las casas tienen 400 o 500 años y está plagado de viejas tascas, tiendas de marionetas y chocolaterías.


- Francia es un país que va un punto por delante de nosotros: en gente que utiliza la bici para ir al trabajo, en lo bien planificado que está el carril-bici por toda la ciudad (me río yo de los carriles-bici españoles y quién los diseña), y sobretodo, en el respeto que muestran los conductores tanto hacia las bicis, como hacia los que vamos corriendo.
- De los Pirineos hacia arriba, el agua no es problema (no como en España), pero de los Pirineos hacia abajo, tenemos sol y más horas de luz, cosa que se echa de menos (al menos yo).

- El running suele ser una actividad para “viejunos”: casi todos los que me crucé, o eran de mi quinta, o más veteranos (en esto sí que somos iguales).
Kalenji (y Hacendado aunque no venga a cuento), dominarán el mundo…



Después de 50’ trotando (sí, trotando, que despacio da más tiempo para ver bien la ciudad), vuelta al hotel, ducha y a seguir currando hasta la hora de comer (que aquí es a las 12h), y por la tarde, algo de turismo, que en todos los trabajos se fuma…

El viernes, vuelta al pueblo y a “disfrutar de la familia”, que ya se echaba en falta!!!

Hasta la próxima crónica.

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