24 de diciembre de 2008

A quien madruga, dios…

… bien temprano estaba sentado delante del ordenador el 1 de noviembre para inscribirme en la XXV C.P. “Villa de Aranjuez” (quien conozca la carrera lo comprenderá). Y como dice el dicho: “a la tercera va la vencida…”, llevaba dos años intentando correr esta carrera y comprobar los comentarios tan satisfactorios de la gente. Ilusionado clicleé en ok, con el sueño de hacer un buen tiempo y aprovechando el pico de forma. Pero no tuve en cuenta que esta progresión iba a inclinarse hacia abajo con una pendiente espectacular.

Pues después de casi dos meses y para no perder la tónica tempranito pasó Ernesto por casa para dirigirnos a Aranjuez, pero antes recogeríamos a Robert que el pobre no levanta cabeza y sin embargo es el primero en animarnos, acompañándonos a diversas carreras.

Ilusionados nos plantamos en Aranjuez, ciudad bonita incluso en otoño, y siguiendo a la caravana multicolor que se dirigía al parking (4.000 inscritos), recogida de dorsal y calentamiento en el Gambrinus (un café!!). Después nos encontramos a Juanjo, charlamos, nos cambiamos, nos animamos y después de calentar un poquillo, cogimos dirección la línea de salida, ambos bostezábamos a menudo antes del pistoletazo, supongo que seria para coger aire y soltar nervios.

Pistoletazo de salida, primeros empujones, primeras escaramuzas, primeros gritos e incluso insultos. Y yo dispuesto a disfrutar, observando la geografía y los parajes de este Real Sitio y Villa, pasados los nervios y stress inicial de la prueba entramos en el tramo asfaltado que nos conduce a sus jardines, es aquí donde se observan los nervios de los rivales y compañeros que saltan como gacelas al tramo de tierra para esquivar a los corredores y donde se producen las numerosas caídas debido al hielo.

Después del 4, mi cabeza deja de disfrutar de los preciosos parajes de Aranjuez, y empieza a faltarme el aire y a bajar la cabeza, pagando con creces la falta de entrenamiento y la salida tan rápida, entramos a los jardines y la reserva estaba ya iluminada y parpadeando. Aparece el flato y el aire no me llega a los pulmones, pero Ernesto me dá aliento y a mi cabeza llega la imagen de Don Quijote y Sancho Panza, él mi gran escudero y yo el loco delgaucho que se estampara ante sus propios molinos. Pasados los jardines llega el 8 y aparece en gran número el público bullicioso que nos acompañara hasta meta.

Pasados 47:38 minutillos, e infinidad de tragos amargos cruzamos la meta, desencajado y con las piernas pesadas y con la idea de venganza para el año que viene.
Carrera preciosa, bien organizada y muy masificada al estar tan próxima de la ilusionante San Silvestre Vallecana. Muy recomendable para todo corredor. Para próximas ediciones espero poder acompañar a mis compis de club.

Saludos a todos.
Feliz Navidad y prospero Año Nuevo.

1 comentario:

pepegallego dijo...

Enhorabuena Flacucho (no tanto), por el tiempo y sobre todo por el disfrute. Es de las más bonitas,espectaculares y buen trato al corredor.
Te esperamos el dia dos del año que viene y ya exprimes detalles.
Un abrazo.