Pero sin embargo el ser humano es un animal complejo –y ante todo en su moral–, nos planteamos problemas, a los cuales respondemos sin utilizar la misma vara de medir.
Como ya os he dicho, han pasado los JJOO de Beijing, pero sin embargo estamos finalizando los Juegos Paralímpicos –los cuales a excepción de TVE, carecen de repercusión (y me imagino el porqué)–, bueno, pues el martes ví la final de 400 m (no recuerdo la categoría), la cual fue ganada por el todos conocido Oscar Pistorius. Después de una mala salida, termina la prueba con mas de 3 segundo de superioridad sobre sus rivales.
Entonces surgen las dudas morales de si este deportista no juega con ventaja ante sus rivales, y porque los medios están a su favor. Admiran su pundonor, su entrega y su lucha pero como ya he dicho utilizamos distinta vara de medir, pues sus competidores se entregan igual o mas, como luchan igual y mas. Sin embargo se admite que pueda correr con unas prótesis que le proporcionan inconvenientes en pruebas cortas, pero muchas ventajas en distancias mas largas. Pensamos que nuestra conciencia es aliviada permitiendo que corra con cierta ayuda, de esta forma no tenemos remordimientos, aunque sus rivales sean perjudicados.
Tal vez es que no les consideramos como deportistas de verdad, por ello no nos planteamos su superioridad.
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