A las buenas hambres mocetes. Que bien que nos sientan los RODAJES-ALMUERZO. Que caras más lustrosas y coloradillas después de campear con la bota del amigo Juan Carlos, el chico ranchero, al que le faltó el ayudante Marcelinejo, el chico de la Petra. Pero allí al quite el amigo Julián, que no necesita enemigos (ya sabe él por qué lo digo)
Lo de la bota, como bien dijisteis, funcionó tal cuál dijo el pastor, que no paré entre nosotros, y estaba él , el perro y el garrote. Rellenita ella de buen vino Yugo, nuestro patrocinador, que a bien supo con quién se la jugaba, sabiendo que haríamos buena publicidad de sus caldos. Y luego la sartenceja de las patatas a lo pobre con su doceneja de huevos, porque de lo que se come se cría, y pa una maratón, ya sabéis hay que ……
digo una maratón y otras más también, no me voy a ensanchar,.
Y ya de bien comios, bien bebios, que más quieres cuerpo mío, correr, tó los gustos no se pueden dar. Nos acordamos de los ausentes entre bocao y bocao, pero eso sí, sin lamentaciones, en su memoria nos atizamos las tajas de panceta, que sustituyeron las grasas eliminadas, pa recuperar. Y así entre risa y bocao, y bocao y risa, terminamos otro sacrificado día de rodaje-almuerzo, que bien mirao como dice mi suegro, SI MAL E COMIO QUE MAL ME SIENTE.
Hasta otro y los que sigan.
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