26 de julio de 2008

Corria el año 1988...

Para empezar mi aportación al blog, voy ha compartir con vosotros una pequeña deuda que tiene conmigo el atletismo y mas concretamente los Juegos Olimpicos. Corria el año 1988, por lo tanto desde hace 20 años estoy esperando ansiosamente cada cuatro años una prueba concreta, –os explico–.
Como ya os he dicho era 1988, y ese año me invitaron mis tios de Alicante a pasar unos días de vacaciones con ellos, y convivir con mis primos durante 15 días aproximadamente. Pase unos dias fabulosos compartiendo con mi primo el entusiasmo por las pruebas olimpicas, y aunque mis ojos estaban clavados en la pista de basket, de reojo miraba las pruebas de atletismo.

Siempre he pensado que hay acontecimientos deportivos que hay que verlos en su momento, es decir, hay finales que tienen que ser vistas en situ, para poder emocionarte, decepcionarte, alegrarte, etc., es decir “sentir”, ante todo sentir algo, cosa que no pasa si ves un resumen horas después. Y yo esto enganchado a este tipo de droga y comprobareis porque.

Llego el día 24 de septiembre, mi primo y yo después de sonar el despertador nos levantamos apresurados a encender la televisión, y sentados en el sofa, vimos varias pruebas antes de la gran final, la final del siglo, me refiero a la de 100 metros.
Al ser temprano para aprovechar un descanso de televisón antes de la final nos dirigimos a la cocina para preparar el desayuno, al terminar y llegar al comedor vimos a Ben Jonson, saludar con una gran sonrisa al publico y los fotografos se volcaban sobre él. Nos miramos mi primo y yo, y la mirada lo decia todo decepción total, nos habiamos perdido la final del siglo. Cada repetición que precedio a la final, era una nueva puñalada.


Desde entonces espero cada cuatro años esta final, y este año tengo la misma ansiedad que sentí en 1988. Otras finales han sido grandes finales pero los preámbulos de esta, con tres posibles ganadores, mejores marcas personales y records, antes de que empiecen los juegos, hacen que la compare con la del 88. Y ante todo las ganas de revancha aporta un plus en las emociones previas. Por lo tanto solo me queda añadir que el día 16 estaré sentado delante del televisor esperando que los JJOO cumpla su deuda, y el final supere aquel 24 de septiembre y ante todo lo supere en los días posteriores.
Por un deporte limpio.

1 comentario:

CLUB ATLETISMO SOCUELLAMOS dijo...

MUCHOS ESTAREMOS EXPECTANTES A ESTA FINAL. AL IGUAL QUE A MUCHAS OTRAS....MI DUDA ESTA EN QUE GASOLINA LLEVARAN, QUEROSENO DE ULTIMA GENERACION O SEGUIRAN CON LA SUPER. LO MAS VERGONZOSO ES QUE NADIE SE DOPA, Y VAN TODOS HASTA LA OREJAS.